MEXICANOS A LA ALZA
(Publicado en El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo
Por segundo año consecutivo, los mexicanos son el grupo más numeroso del total de personas provenientes de todo el mundo que llegan a Canadá pidiendo asilo. Si el año pasado las causas fueron falsedad en declaraciones y desorientación intencional de parte de despachos de abogados, esta vez la razón es la corrupción gubernamental que a su vez provoca inseguridad pública.
Ocupando un lugar preponderante en las primeras planas de diarios canadienses, la cabeza informativa indicaba que las clases medias mexicanas están huyendo de la violencia entre grupos de narcotraficantes y la creciente corrupción en México; buscan refugio en Canadá beneficiándose de que los mexicanos no requieren visa para entrar como turistas al país.
Aun cuando, por un lado, se reconoce que hay problemas reales y serios en México, la información deja ver que, lejos de abrir las puertas a los mexicanos, existen más posibilidades de que el gobierno canadiense revise las condiciones signadas bajo el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés), y se cancele el beneficio de acceso sin visa a los mexicanos.
Otro factor que entra en juego en esta situación es la ya largamente postergada amnistía que los millones de mexicanos y otros hispanos radicados en los Estados Unidos están pidiendo a la Casa Blanca.
Mientras que ,desde la perspectiva política, los hispanos son un problema, en el terreno económico, resultan uno de los nichos más florecientes hacia donde la presionada economía norteamericana puede moverse en tiempos de recesión. La fuerza del mercado hispano en los Estados Unidos ofrece también oportunidades de negocios para Canadá.
Es difícil adivinar cuáles son los contenidos de las agendas políticas de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá; sabemos que la única agenda del gobierno mexicano sacar provecho del puesto… Como una encrucijada de intereses, se suman los proyectos de los grandes corporativos industriales, comerciales y financieros. Los derechos humanos, sin embargo, parecen quedar a la zaga en esta situación.
Como una sinfonía sin partitura, cada grupo “jala por su lado”, persiguiendo sus intereses, y cada vez más y más gente sigue abandonando México huyendo de violencia, pobreza, inseguridad pública, falta de oportunidades y corrupción.
Para los canadienses resulta casi incomprensible cómo alguien puede querer huir de un clima tan benigno, porque dan por un hecho que sus derechos humanos y ciudadanos están garantizados, que si estudian y trabajan duro tienen un futuro asegurado. Se asocia a México con descanso y diversión, sólo cambia temporalmente la perspectiva al oír acerca de turistas canadienses asesinados en zonas turísticas.
Por su parte, los hispanos que radican en Canadá parecen ajenos a todo esto; México solía ser el “big brother” de la región, pero dejó de serlo hace un buen rato, y ahora incluso parecen ser de poco agrado para algunos grupos que se sienten amenazados por la preponderancia de los mexicanos.
México se sume lentamente en el mar de corrupción, pero la “nación chicana”, es decir, los mexicanos fuera de su territorio, sigue creciendo, aún contra la corriente…
* Periodista mexicano
(www.elcorreo.ca)
Por Sergio Granillo
Por segundo año consecutivo, los mexicanos son el grupo más numeroso del total de personas provenientes de todo el mundo que llegan a Canadá pidiendo asilo. Si el año pasado las causas fueron falsedad en declaraciones y desorientación intencional de parte de despachos de abogados, esta vez la razón es la corrupción gubernamental que a su vez provoca inseguridad pública.
Ocupando un lugar preponderante en las primeras planas de diarios canadienses, la cabeza informativa indicaba que las clases medias mexicanas están huyendo de la violencia entre grupos de narcotraficantes y la creciente corrupción en México; buscan refugio en Canadá beneficiándose de que los mexicanos no requieren visa para entrar como turistas al país.
Aun cuando, por un lado, se reconoce que hay problemas reales y serios en México, la información deja ver que, lejos de abrir las puertas a los mexicanos, existen más posibilidades de que el gobierno canadiense revise las condiciones signadas bajo el Tratado de Libre Comercio de Norteamérica (NAFTA, por sus siglas en inglés), y se cancele el beneficio de acceso sin visa a los mexicanos.
Otro factor que entra en juego en esta situación es la ya largamente postergada amnistía que los millones de mexicanos y otros hispanos radicados en los Estados Unidos están pidiendo a la Casa Blanca.
Mientras que ,desde la perspectiva política, los hispanos son un problema, en el terreno económico, resultan uno de los nichos más florecientes hacia donde la presionada economía norteamericana puede moverse en tiempos de recesión. La fuerza del mercado hispano en los Estados Unidos ofrece también oportunidades de negocios para Canadá.
Es difícil adivinar cuáles son los contenidos de las agendas políticas de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá; sabemos que la única agenda del gobierno mexicano sacar provecho del puesto… Como una encrucijada de intereses, se suman los proyectos de los grandes corporativos industriales, comerciales y financieros. Los derechos humanos, sin embargo, parecen quedar a la zaga en esta situación.
Como una sinfonía sin partitura, cada grupo “jala por su lado”, persiguiendo sus intereses, y cada vez más y más gente sigue abandonando México huyendo de violencia, pobreza, inseguridad pública, falta de oportunidades y corrupción.
Para los canadienses resulta casi incomprensible cómo alguien puede querer huir de un clima tan benigno, porque dan por un hecho que sus derechos humanos y ciudadanos están garantizados, que si estudian y trabajan duro tienen un futuro asegurado. Se asocia a México con descanso y diversión, sólo cambia temporalmente la perspectiva al oír acerca de turistas canadienses asesinados en zonas turísticas.
Por su parte, los hispanos que radican en Canadá parecen ajenos a todo esto; México solía ser el “big brother” de la región, pero dejó de serlo hace un buen rato, y ahora incluso parecen ser de poco agrado para algunos grupos que se sienten amenazados por la preponderancia de los mexicanos.
México se sume lentamente en el mar de corrupción, pero la “nación chicana”, es decir, los mexicanos fuera de su territorio, sigue creciendo, aún contra la corriente…
* Periodista mexicano
(www.elcorreo.ca)
Comments
Y corrupcion? Aqui la corrupcion es institucional, no se puede hablar mucho de ellos porque te llaman troublemaker, pero es lo mimso.
El imperio necesito que Mexico tenga reservas en dolares para que sigue financiando la deuda tan grande de estados Unidos.
Ese es mi comentario.