EL SUENO CANADIENSE, OPCION DE MODA EN MEXICO
(Publicado en El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo
“Amigo, me quiero ir a vivir a Canadá”, “¿puedes ayudar a mi amiga a conseguir una carta de oferta de trabajo?”, “¿en cuánto tiempo puedes conseguir un trabajo bien pagado?”
Esos son las preguntas que he recibido de familiares y amigos que saben que emigre a Canadá. Para tener una idea de la imagen que se tiene en México acerca de Canadá, comparto las líneas que mis amigos han escrito:
Antonio, anestesiólogo, 34 años de edad; estudió en la Ciudad de México y trabaja para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
“Me llegó el rumor de que en Canadá, en especial en el Hospital Monte Sinaí, aceptan médicos de diferentes ramos, entre ellos anestesiólogos … Si hay oportunidad me voy para allá; digo, teniendo todo en regla y aprendiendo un poco más de inglés....”
Nydia, comunicóloga, vive en una ciudad pequeña en el centro de México, me contó que una amiga de ella, Cynthia, y su novio Fermín querían emigrar a Canadá.
El viajó primero, pero al llegar al aeropuerto de Vancouver, “las autoridades migratorias revisaron su maleta, encontraron una carta de Cynthia y en su celular vieron una foto de él abrazando a su sobrinita… los de migración lo llevaron a otra sala y concluyeron que la niña era su hija, ella su esposa y que no llegaba como turista, sino que intentaba entrar ilegalmente a Canadá para trabajar”.
Lo llevaron a una habitación con otros jóvenes mexicanos del mismo vuelo. A Fermín le exigían que les diera el domicilio y el número telefónico de la persona con las que iban a llegar a Canadá. Después de algunas horas los subieron a otro avión y los deportaron a México.
A Cynthia le dijeron –continuó narrando mi amiga-, “que ella sí podía pasar, siempre y cuando una empresa (en Canadá) le mandara un documento que diga que la acepta para un trabajo o que algún conocido le mande ese documento… Ellos quieren hacerlo todo legalmente para no tener problemas… No sé si como en Estados Unidos, también los fichan o ¿qué pasa?”
.Cecilia, 26 años, mercadóloga, vivió un tiempo en la Gran Bretaña y otra temporada en la India; ella me preguntó si realmente valía la pena emigrar a Canadá, lleva varios meses sin encontrar trabajo en su carrera en la Ciudad de México.
Sus preguntas: ¿Es necesario contratar un abogado de inmigración estando allá? ¿Cómo encontrar trabajo estando acá (México)? ¿Cómo empiezo el trámite yo sola; bajé las formas y no encuentro por dónde empezar? ¿Es mejor postularse por Québec o provincial… he escuchado que es más rápido, pero es la parte francesa y mi francés no es muy bueno? ¿En Toronto, cuánto tiempo toma encontrar un buen trabajo, para independizarme y no vivir apretadamente (escaso presupuesto, pobremente)?
Mis amigos, todos bien intencionados, pero que han escuchado muchos rumores acerca de lo que podemos llamar el “sueño canadiense”, esperaban mi respuesta... Y haciéndole de ‘abogado del diablo’, respondí haciendo énfasis en los retos que todos los inmigrantes tenemos, aún habiendo superado el difícil proceso de obtención de una visa de residente. Más vale saber con lo que uno se va a enfrentar y estar bien preparados para ello. Al final, cada quien escribe su propia historia.
* Periodista mexicano
(http://sgnoticias.blogspot.com)
Por Sergio Granillo
“Amigo, me quiero ir a vivir a Canadá”, “¿puedes ayudar a mi amiga a conseguir una carta de oferta de trabajo?”, “¿en cuánto tiempo puedes conseguir un trabajo bien pagado?”
Esos son las preguntas que he recibido de familiares y amigos que saben que emigre a Canadá. Para tener una idea de la imagen que se tiene en México acerca de Canadá, comparto las líneas que mis amigos han escrito:
Antonio, anestesiólogo, 34 años de edad; estudió en la Ciudad de México y trabaja para el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS):
“Me llegó el rumor de que en Canadá, en especial en el Hospital Monte Sinaí, aceptan médicos de diferentes ramos, entre ellos anestesiólogos … Si hay oportunidad me voy para allá; digo, teniendo todo en regla y aprendiendo un poco más de inglés....”
Nydia, comunicóloga, vive en una ciudad pequeña en el centro de México, me contó que una amiga de ella, Cynthia, y su novio Fermín querían emigrar a Canadá.
El viajó primero, pero al llegar al aeropuerto de Vancouver, “las autoridades migratorias revisaron su maleta, encontraron una carta de Cynthia y en su celular vieron una foto de él abrazando a su sobrinita… los de migración lo llevaron a otra sala y concluyeron que la niña era su hija, ella su esposa y que no llegaba como turista, sino que intentaba entrar ilegalmente a Canadá para trabajar”.
Lo llevaron a una habitación con otros jóvenes mexicanos del mismo vuelo. A Fermín le exigían que les diera el domicilio y el número telefónico de la persona con las que iban a llegar a Canadá. Después de algunas horas los subieron a otro avión y los deportaron a México.
A Cynthia le dijeron –continuó narrando mi amiga-, “que ella sí podía pasar, siempre y cuando una empresa (en Canadá) le mandara un documento que diga que la acepta para un trabajo o que algún conocido le mande ese documento… Ellos quieren hacerlo todo legalmente para no tener problemas… No sé si como en Estados Unidos, también los fichan o ¿qué pasa?”
.Cecilia, 26 años, mercadóloga, vivió un tiempo en la Gran Bretaña y otra temporada en la India; ella me preguntó si realmente valía la pena emigrar a Canadá, lleva varios meses sin encontrar trabajo en su carrera en la Ciudad de México.
Sus preguntas: ¿Es necesario contratar un abogado de inmigración estando allá? ¿Cómo encontrar trabajo estando acá (México)? ¿Cómo empiezo el trámite yo sola; bajé las formas y no encuentro por dónde empezar? ¿Es mejor postularse por Québec o provincial… he escuchado que es más rápido, pero es la parte francesa y mi francés no es muy bueno? ¿En Toronto, cuánto tiempo toma encontrar un buen trabajo, para independizarme y no vivir apretadamente (escaso presupuesto, pobremente)?
Mis amigos, todos bien intencionados, pero que han escuchado muchos rumores acerca de lo que podemos llamar el “sueño canadiense”, esperaban mi respuesta... Y haciéndole de ‘abogado del diablo’, respondí haciendo énfasis en los retos que todos los inmigrantes tenemos, aún habiendo superado el difícil proceso de obtención de una visa de residente. Más vale saber con lo que uno se va a enfrentar y estar bien preparados para ello. Al final, cada quien escribe su propia historia.
* Periodista mexicano
(http://sgnoticias.blogspot.com)
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