LA CUESTIONABLE ETICA FARMACEUTICA
(Enviado a El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo
¿Cómo se puede convertir una mega urbe de 20 millones de personas en un pueblo fantasma? Con la amenaza de un virus letal. La alerta de una pandemia mundial de Influenza H1V1, teniendo como ‘epicentro’ a México, parece más bien el experimento de un ‘tsunami informativo’ para comprobar la eficacia de la sicosis y el miedo de la población.
Repentinamente aparece un virus mutante, que afecta básicamente la Ciudad de México, sólo a gente entre 20 y 50 años de edad y se esparce hacia centros turísticos y de ahí al mundo. Algo poco usual es que el gobierno reconozca de inmediato la gravedad del caso y lance una alerta global a través de la Organización Mundial de la Salud (WHO por siglas en inglés).
Los efectos colaterales están afectando más al país: Cancelación de vuelos de varios países hacia México, la agudización de la discriminación contra mexicanos en el extranjero y la caída del turismo. Repentinamente, cuando la alerta mundial está casi al máximo posible, el gobierno mexicano recula y dice que la epidemia está casi bajo control, que el número de muertes ‘confirmadas’ a penas alcanza 20, no 200 como se dijo antes. Y así como apareció, el enemigo invisible parece estar desapareciendo de las calles de México.
Usando las nuevas herramientas de comunicación del siglo XXI, por correo electrónico circula una teoría: la epidemia es un engaño instrumentado por los líderes del G7, desatado por Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su primera visita a México. El objetivo, indica el documento, es justificar el flujo de recursos y la estimulación de al menos un sector industrial, el farmacéutico.
También se habla de que el 9 de marzo, durante una visita de Estado, el Presidente Francés Nicolás Sarkozy anunció la inversión de 100 millones de Euros en una planta de la firma Sanofi-Aventis, líder en el mercado mundial de vacunas antigripales y fabricante de los llamados ‘productos genéricos’ en México. En cuatro años, la planta tendrá una capacidad anual hasta de 25 millones de dosis de vacuna antigripal estacional.
Hablando de industria farmacéutica, no puedo evitar recordar mi reciente experiencia en las farmacias canadienses. Olvidé comprar mi medicina para la alergia en el Shoppers Drug Mart cercano a mi oficina, el día siguiente (sábado) fui a otra sucursal en el Eaton Centre. Yo suponía que no habría problema, teniendo el medicamento la etiqueta con todos mis datos incluso el número de veces que puede ser resurtido, y siendo la misma cadena… Me equivoqué.
La encargada de la farmacia me dijo, no podemos resurtir, usted tiene que ir a la sucursal donde la ordenó la primera vez y exclusivamente ellos pueden atenderlo. Sin mencionar la poca amabilidad de la presunta especialista, me quedé sorprendido de la retrograda medida, apoyada –aparentemente- por el marco legal canadiense (nunca pude ver el reglamento en cuestión), que les prohíbe a otras farmacias surtir recetas que empezaron a ser atendidas en un establecimiento. ¡Ridículo!
Peor aún la alternativa que la mujer me dio, ‘si le urge el medicamento, vaya a una clínica o a una sala de emergencia a que le extiendan otra receta’. Qué fácil endosarle un problema al de por sí insuficiente sistema de salud canadiense, en aras de la ineficiencia o para favorecer las ganancias de la farmacia…
A finales de abril, Shoppers Drug Mart anunció ventas récord en el primer trimestre de 2009. Sus ventas totales aumentaron 8.5% (2.2 billones de dólares canadienses), el surtimiento de prescripciones basados en ‘ventas en una misma tienda’ (same store sale), tuvieron un incremento de 5.9%; mientras que el total de ingresos de ventas por receta aumentó 11.5%. Una industria a la alza, cuando el resto de la economía se hunde…
Dicen en México ‘para muestra basta un botón’; francamente, a mí me queda claro que algunas leyes son creadas o ‘interpretadas’ para conveniencia de algunos pocos, en perjuicio de la mayoría. No es lo mismo legal, que justo, pero ciertamente debería anteponerse el bien común, ante los intereses de un grupo, ya sea una cadena de farmacias o toda la industria farmacéutica a nivel mundial.
* Periodista mexicano/colaborador de El Correo Canadiense
(www.elcorreo.ca)
Por Sergio Granillo
¿Cómo se puede convertir una mega urbe de 20 millones de personas en un pueblo fantasma? Con la amenaza de un virus letal. La alerta de una pandemia mundial de Influenza H1V1, teniendo como ‘epicentro’ a México, parece más bien el experimento de un ‘tsunami informativo’ para comprobar la eficacia de la sicosis y el miedo de la población.
Repentinamente aparece un virus mutante, que afecta básicamente la Ciudad de México, sólo a gente entre 20 y 50 años de edad y se esparce hacia centros turísticos y de ahí al mundo. Algo poco usual es que el gobierno reconozca de inmediato la gravedad del caso y lance una alerta global a través de la Organización Mundial de la Salud (WHO por siglas en inglés).
Los efectos colaterales están afectando más al país: Cancelación de vuelos de varios países hacia México, la agudización de la discriminación contra mexicanos en el extranjero y la caída del turismo. Repentinamente, cuando la alerta mundial está casi al máximo posible, el gobierno mexicano recula y dice que la epidemia está casi bajo control, que el número de muertes ‘confirmadas’ a penas alcanza 20, no 200 como se dijo antes. Y así como apareció, el enemigo invisible parece estar desapareciendo de las calles de México.
Usando las nuevas herramientas de comunicación del siglo XXI, por correo electrónico circula una teoría: la epidemia es un engaño instrumentado por los líderes del G7, desatado por Presidente de los Estados Unidos, Barack Obama, en su primera visita a México. El objetivo, indica el documento, es justificar el flujo de recursos y la estimulación de al menos un sector industrial, el farmacéutico.
También se habla de que el 9 de marzo, durante una visita de Estado, el Presidente Francés Nicolás Sarkozy anunció la inversión de 100 millones de Euros en una planta de la firma Sanofi-Aventis, líder en el mercado mundial de vacunas antigripales y fabricante de los llamados ‘productos genéricos’ en México. En cuatro años, la planta tendrá una capacidad anual hasta de 25 millones de dosis de vacuna antigripal estacional.
Hablando de industria farmacéutica, no puedo evitar recordar mi reciente experiencia en las farmacias canadienses. Olvidé comprar mi medicina para la alergia en el Shoppers Drug Mart cercano a mi oficina, el día siguiente (sábado) fui a otra sucursal en el Eaton Centre. Yo suponía que no habría problema, teniendo el medicamento la etiqueta con todos mis datos incluso el número de veces que puede ser resurtido, y siendo la misma cadena… Me equivoqué.
La encargada de la farmacia me dijo, no podemos resurtir, usted tiene que ir a la sucursal donde la ordenó la primera vez y exclusivamente ellos pueden atenderlo. Sin mencionar la poca amabilidad de la presunta especialista, me quedé sorprendido de la retrograda medida, apoyada –aparentemente- por el marco legal canadiense (nunca pude ver el reglamento en cuestión), que les prohíbe a otras farmacias surtir recetas que empezaron a ser atendidas en un establecimiento. ¡Ridículo!
Peor aún la alternativa que la mujer me dio, ‘si le urge el medicamento, vaya a una clínica o a una sala de emergencia a que le extiendan otra receta’. Qué fácil endosarle un problema al de por sí insuficiente sistema de salud canadiense, en aras de la ineficiencia o para favorecer las ganancias de la farmacia…
A finales de abril, Shoppers Drug Mart anunció ventas récord en el primer trimestre de 2009. Sus ventas totales aumentaron 8.5% (2.2 billones de dólares canadienses), el surtimiento de prescripciones basados en ‘ventas en una misma tienda’ (same store sale), tuvieron un incremento de 5.9%; mientras que el total de ingresos de ventas por receta aumentó 11.5%. Una industria a la alza, cuando el resto de la economía se hunde…
Dicen en México ‘para muestra basta un botón’; francamente, a mí me queda claro que algunas leyes son creadas o ‘interpretadas’ para conveniencia de algunos pocos, en perjuicio de la mayoría. No es lo mismo legal, que justo, pero ciertamente debería anteponerse el bien común, ante los intereses de un grupo, ya sea una cadena de farmacias o toda la industria farmacéutica a nivel mundial.
* Periodista mexicano/colaborador de El Correo Canadiense
(www.elcorreo.ca)
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