CANADA, EJEMPLO DE EXITO EN EL LIBRE COMERCIO
(Publicado en El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo
Aunque parece que Estados Unidos ha sido el más beneficiado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés); tras hacer una profunda evaluación de sus efectos, se ha concluido que Canadá puede dar ejemplo al mundo de sus bondades.
Esto de acuerdo con un análisis elaborado por el Royal Bank of Canada (RBC), en un estudio intitulado “Lecciones de (un mayor) Libre Comercio, de Canadá para el Mundo”, elaborado por su Centro de Investigaciones Económicas.
En el documento se advierte que existen dos grandes riesgos para las economías globalizadas: el proteccionismo y la “complacencia en la aplicación de políticas”; agudizados después de los ataques terroristas a los Estados Unidos (9/11).
El estudio describe cómo la mayoría de los mitos generados desde el primer acuerdo comercial con los Estados Unidos en 1988, se han superado. Primero, se temía que muchos procesos productivos emigraran hacia el vecino del sur, pero en los últimos 12 años, el crecimiento anual de la economía canadiense ha superado a la americana en 50%.
Otro de los temores era la caída de las exportaciones, pero después del acuerdo trilateral (NAFTA), las ventas al exterior se han consolidado como una importante fuente de ingresos.
Ante el espectacular fortalecimiento de las economías de Sureste Asiático y su creciente presencia en la economía de Norteamérica, México es el socio el que más oportunidades de negocios y empleos ha perdido, particularmente hablando de producción en masa, con bajo margen de utilidad y a bajo costo.
Otro mito era la caída de las inversiones extranjeras hacia Canadá. El hecho es que de 1994 a la fecha, la inversión extranjera directa ha crecido en 32%, debido a que el país ofrece un crecimiento económico sostenido, costos de producción competitivos y un favorable clima de negocios. Esto demuestra la capacidad de la economía canadiense de competir a nivel global sin políticas proteccionistas.
Se añade el temor a la caída de la moneda y la pérdida de empleos, ambos indicadores han reaccionado de manera directamente inversa. El “Looney” se aproxima a igualar en su paridad al dólar americano, y respecto al empleo, tanto Canadá como los Estados Unidos registran aumento en sus indicadores, incluso, Canadá tiene áreas donde pronto se carecerá de mano de obra local para cubrir la demanda.
Desde la firma del acuerdo se ha dado un importante aumento en el número de empresas micro, pequeñas y medianas, sectores que ahora atraviesan por un proceso de “destrucción constructiva”, tras haber alcanzado un nivel de saturación.
Se temía una caída en la base fiscal, sin embargo, ante el crecimiento económico sostenido, Canadá registra nueve años consecutivos de superávit fiscal, lo que ha colocado al gobierno canadiense en una posición envidiable a nivel mundial en esta materia.
Entre las tareas que quedan pendientes, está la necesidad de mayor inversión en infraestructura y trabajar en la productividad dentro de las grandes empresas, rubros en los que Estados Unidos sigue siendo líder. Las grandes empresas canadienses se han quedado atrás en la aplicación de cambios que consoliden su competitividad a nivel internacional.
Aunque en materia de inversiones el saldo final es positivo, las grandes empresas ha ido cediendo terreno y son varias las firmas que han pasado a ser propiedad de los vecinos del sur; esto debido a fuerzas económicas externas al NAFTA.
Quedan tareas por realizar, una mayor inversión en infraestructura, cubrir la escasez de mano de obra capacitada en ciertos sectores, avanzar en la liberalización de ciertas áreas que agilicen el libre comercio de recursos (incluidos los humanos), así como trabajar en la protección de los derechos de propiedad intelectual y en materia de leyes contractuales a nivel internacional.
Por Sergio Granillo
Aunque parece que Estados Unidos ha sido el más beneficiado del Tratado de Libre Comercio de América del Norte (NAFTA, por sus siglas en inglés); tras hacer una profunda evaluación de sus efectos, se ha concluido que Canadá puede dar ejemplo al mundo de sus bondades.
Esto de acuerdo con un análisis elaborado por el Royal Bank of Canada (RBC), en un estudio intitulado “Lecciones de (un mayor) Libre Comercio, de Canadá para el Mundo”, elaborado por su Centro de Investigaciones Económicas.
En el documento se advierte que existen dos grandes riesgos para las economías globalizadas: el proteccionismo y la “complacencia en la aplicación de políticas”; agudizados después de los ataques terroristas a los Estados Unidos (9/11).
El estudio describe cómo la mayoría de los mitos generados desde el primer acuerdo comercial con los Estados Unidos en 1988, se han superado. Primero, se temía que muchos procesos productivos emigraran hacia el vecino del sur, pero en los últimos 12 años, el crecimiento anual de la economía canadiense ha superado a la americana en 50%.
Otro de los temores era la caída de las exportaciones, pero después del acuerdo trilateral (NAFTA), las ventas al exterior se han consolidado como una importante fuente de ingresos.
Ante el espectacular fortalecimiento de las economías de Sureste Asiático y su creciente presencia en la economía de Norteamérica, México es el socio el que más oportunidades de negocios y empleos ha perdido, particularmente hablando de producción en masa, con bajo margen de utilidad y a bajo costo.
Otro mito era la caída de las inversiones extranjeras hacia Canadá. El hecho es que de 1994 a la fecha, la inversión extranjera directa ha crecido en 32%, debido a que el país ofrece un crecimiento económico sostenido, costos de producción competitivos y un favorable clima de negocios. Esto demuestra la capacidad de la economía canadiense de competir a nivel global sin políticas proteccionistas.
Se añade el temor a la caída de la moneda y la pérdida de empleos, ambos indicadores han reaccionado de manera directamente inversa. El “Looney” se aproxima a igualar en su paridad al dólar americano, y respecto al empleo, tanto Canadá como los Estados Unidos registran aumento en sus indicadores, incluso, Canadá tiene áreas donde pronto se carecerá de mano de obra local para cubrir la demanda.
Desde la firma del acuerdo se ha dado un importante aumento en el número de empresas micro, pequeñas y medianas, sectores que ahora atraviesan por un proceso de “destrucción constructiva”, tras haber alcanzado un nivel de saturación.
Se temía una caída en la base fiscal, sin embargo, ante el crecimiento económico sostenido, Canadá registra nueve años consecutivos de superávit fiscal, lo que ha colocado al gobierno canadiense en una posición envidiable a nivel mundial en esta materia.
Entre las tareas que quedan pendientes, está la necesidad de mayor inversión en infraestructura y trabajar en la productividad dentro de las grandes empresas, rubros en los que Estados Unidos sigue siendo líder. Las grandes empresas canadienses se han quedado atrás en la aplicación de cambios que consoliden su competitividad a nivel internacional.
Aunque en materia de inversiones el saldo final es positivo, las grandes empresas ha ido cediendo terreno y son varias las firmas que han pasado a ser propiedad de los vecinos del sur; esto debido a fuerzas económicas externas al NAFTA.
Quedan tareas por realizar, una mayor inversión en infraestructura, cubrir la escasez de mano de obra capacitada en ciertos sectores, avanzar en la liberalización de ciertas áreas que agilicen el libre comercio de recursos (incluidos los humanos), así como trabajar en la protección de los derechos de propiedad intelectual y en materia de leyes contractuales a nivel internacional.
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