¿EXISTE POBREZA EN CANADA?

(Publicado en El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo

Al inicio del 2007, algunos políticos canadienses han tomado como bandera el combate a la pobreza. Y el debate se ha centrado en llevar a $ 10.00 el salario mínimo por hora, cuando la expectativa patronal es un incremento a $ 8.00.

Hablar de pobreza parece un tema gastado y que se da por sabido, la verdad es que ni siquiera existe una definición clara y sólida de qué es, por lo tanto, tampoco hay una receta sencilla para combatirla.

En términos de teoría económica, pobreza es el estado en que se encuentra una familia cuando sus ingresos están por debajo de los estándares económicos (línea de pobreza) definidos por el gobierno.

La página del Gobierno de Canadá dice que la pobreza puede medirse en dos formas, absoluta y relativa. La absoluta compara el ingreso de una persona con el costo de una “canasta básica”, aquellos individuos que no alcanzan a comprar esos productos son pobres.

La pobreza relativa compara el ingreso total de una persona con el consumo promedio de la población; quien gasta la mayoría de sus ingresos en bienes y servicios básicos para sobrevivir, vive en pobreza relativa.

Y hay de pobres a pobres, pues la llamada “línea de pobreza” se define de manera distinta en cada país.

En todo caso, el factor más importante es el ingreso, de ahí la importancia de mantener actualizado este indicador en función de la inflación, porque usualmente los precios de bienes y servicios tienen incrementos constantes superiores a los ajustes salariales. Un desfase en este ajuste implica generar más pobres en una sociedad.

La propuesta de subir a $ 10.00 el salario mínimo por hora, ha generado un debate en la opinión pública, pues algunos políticos afirman que eso provocaría la desaparición inmediata de 66,000 empleos. Argumento que realmente resulta exagerado.

Si se quiere combatir realmente la pobreza, se debe ir más allá del ingreso per se, hay que considerar acceso a servicios de salud, educación, vivienda, oportunidades de trabajo, y acabar con la discriminación hacia inmigrantes y otras minorías que existe en Canadá.

Para determinar el verdadero impacto de un aumento de $ 2.00 en los mínimos, se debe tomar en cuenta qué porcentaje de los gastos de la empresa se van a los salarios de los trabajos de menor nivel; pero usualmente la tajada más grande “del pastel” se va a las ganancias netas del empleador.

Un ajuste en el salario mínimo podría reducir las ganancias de algunas empresas. Reflejar ese aumento en los precios finales, sería inflacionario y malo para todos los sectores. Reducir las ganancias netas del empleador, a fin de cuentas resultaría en un ligero repunte en la capacidad de compra de muchos canadienses.

Y como diría Susanita a Mafalda (comic argentino)
Mafalda: ¡Me parte el alma ver gente pobre!
Susanita: ¡A mí también!
Mafalda: Habría que dar techo, trabajo, protección y bienestar a los pobres…
Susanita: ¿Para qué tanto? Bastaría con esconderlos.

* Periodista mexicano
(sergio.granillo@rogers.com)

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