“GUERRA DE GUERRILLAS” (BANCARIAS) EN E.U.A.
(Publicado en El Correo Canadiense)
Por Sergio Granillo
Mientras las fuerzas armadas norteamericanas despliegan su poder contra enemigos fuera de sus fronteras, de repente en su tierra son golpeados por sus “demonios interiores”. Otras sombras de guerras y “guerrillas” se despliegan al interior de su sociedad.
Lejos de los reflectores y las primeras planas de los medios, hay otra batalla en el territorio americano, entre la América corporativa y los enemigos acérrimos de los inmigrantes.
Hace poco el Bank of America (seguido más tarde por Wells Fargo y Citibank) empezó a ofrecer tarjetas de crédito a inmigrantes que no cuentan con Número de Seguro Social (pero que cubren ciertos requisitos), tratando de captar los recursos de los más de 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en el territorio americano.
Tal programa ha sido ya “bombardeado” por los grupos anti-inmigrantes, que califican este programa bancario como de alto riesgo para la seguridad nacional, volviendo a advertir que de este modo, se podría financiar a grupos terroristas.
Una vez más repiten el argumento irracional de que mediante estas tarjetas de crédito, los ilegales pueden abrir paso al financiamiento de actividades terroristas.
Una contraofensiva ha sido el rumor, advirtiendo de que en cualquier momento, el gobierno de los Estados Unidos podría empezar a cancelar estas cuentas y/o rastrear a los inmigrantes ilegales por este medio. A ello se han sumado boicots organizados por varios grupos anti-inmigrantes, promoviendo que los clientes “legales” cancelen sus cuentas y retiren su dinero de los bancos que abren sus servicios a los “ilegales”.
Como si se tratara de estrategias de guerra… Al cierre de esta jornada de declaración de impuestos se sabe que cada vez más inmigrantes “ilegales” están aprovechando un “vacío legal” en materia fiscal y aún sin contar con un Número de Seguro Social, están cumpliendo con sus deberes fiscales.
Tan sólo en 2006, mediante un esquema fiscal (forma 1040) creado precisamente para gente que tiene cuentas bancarias en Estados Unidos, pero que no reside ahí, se registró un crecimiento de 30%, alcanzando un total de 1.5 millones de causantes que reportaron ingresos y pagaron impuestos.
No se sabe a ciencia cierta cuántos de esos causantes fiscales son inmigrantes ilegales, el hecho es que la residencia registrada en esas declaraciones se localiza predominantemente en los estados de California, Texas, Florida e Illinois.
El tamaño del “pastel” es sumamente interesante; algunos estudios indican que actualmente los “ilegales” hispanos gastan alrededor de 2 miles de millones de dólares al año en instrumentos “alternativos” para cubrir sus necesidades financieras.
Algunos analistas americanos advierten que el único nicho en el que se puede crecer en estos momentos en la economía americana, es el mercado hispano.
Dolorosas realidades parecen estar derribando los mitos creados acerca del terrorismo y los “ilegales” en la Unión Americana, que ve enemigos donde no los hay, y descuida los monstruos internos que inesperadamente los hiere de muerte y pone frente a sus ojos la cosecha de la violencia que ellos han sembrado.
Por Sergio Granillo
Mientras las fuerzas armadas norteamericanas despliegan su poder contra enemigos fuera de sus fronteras, de repente en su tierra son golpeados por sus “demonios interiores”. Otras sombras de guerras y “guerrillas” se despliegan al interior de su sociedad.
Lejos de los reflectores y las primeras planas de los medios, hay otra batalla en el territorio americano, entre la América corporativa y los enemigos acérrimos de los inmigrantes.
Hace poco el Bank of America (seguido más tarde por Wells Fargo y Citibank) empezó a ofrecer tarjetas de crédito a inmigrantes que no cuentan con Número de Seguro Social (pero que cubren ciertos requisitos), tratando de captar los recursos de los más de 12 millones de inmigrantes ilegales que viven en el territorio americano.
Tal programa ha sido ya “bombardeado” por los grupos anti-inmigrantes, que califican este programa bancario como de alto riesgo para la seguridad nacional, volviendo a advertir que de este modo, se podría financiar a grupos terroristas.
Una vez más repiten el argumento irracional de que mediante estas tarjetas de crédito, los ilegales pueden abrir paso al financiamiento de actividades terroristas.
Una contraofensiva ha sido el rumor, advirtiendo de que en cualquier momento, el gobierno de los Estados Unidos podría empezar a cancelar estas cuentas y/o rastrear a los inmigrantes ilegales por este medio. A ello se han sumado boicots organizados por varios grupos anti-inmigrantes, promoviendo que los clientes “legales” cancelen sus cuentas y retiren su dinero de los bancos que abren sus servicios a los “ilegales”.
Como si se tratara de estrategias de guerra… Al cierre de esta jornada de declaración de impuestos se sabe que cada vez más inmigrantes “ilegales” están aprovechando un “vacío legal” en materia fiscal y aún sin contar con un Número de Seguro Social, están cumpliendo con sus deberes fiscales.
Tan sólo en 2006, mediante un esquema fiscal (forma 1040) creado precisamente para gente que tiene cuentas bancarias en Estados Unidos, pero que no reside ahí, se registró un crecimiento de 30%, alcanzando un total de 1.5 millones de causantes que reportaron ingresos y pagaron impuestos.
No se sabe a ciencia cierta cuántos de esos causantes fiscales son inmigrantes ilegales, el hecho es que la residencia registrada en esas declaraciones se localiza predominantemente en los estados de California, Texas, Florida e Illinois.
El tamaño del “pastel” es sumamente interesante; algunos estudios indican que actualmente los “ilegales” hispanos gastan alrededor de 2 miles de millones de dólares al año en instrumentos “alternativos” para cubrir sus necesidades financieras.
Algunos analistas americanos advierten que el único nicho en el que se puede crecer en estos momentos en la economía americana, es el mercado hispano.
Dolorosas realidades parecen estar derribando los mitos creados acerca del terrorismo y los “ilegales” en la Unión Americana, que ve enemigos donde no los hay, y descuida los monstruos internos que inesperadamente los hiere de muerte y pone frente a sus ojos la cosecha de la violencia que ellos han sembrado.
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