MODELO SUECO… ¿A LA MEXICANA?
(Publicado en https://elqueretano.info/noticias/mirador/)
Mayo 28, 2020.
La pandemia del COVID 19 es un fenómeno mundial
que afecta a todos los países. El gran reto ha sido el balance entre el costo
económico y el costo de vidas humanas. Suecia ha sido un caso muy interesante,
porque en un inicio decidió no imponer restricciones sociales -la medida
elemental para contener el contagio masivo-, confiando en que la madurez de sus
ciudadanos haría el trabajo de contención sanitaria por sí solo… al final del
día, no fue así.
Al día de hoy, casi van 6 millones de personas
contagiadas a nivel mundial, con casi 360 mil muertos. Estados Unidos encabeza
la lista de las naciones con el mayor número de contagios (1.7 millones) y un
total de muertos que rebasan los 100 mil. Y, aun así, existe gente que duda de
la existencia del coronavirus, y existen gobiernos que han tratado de negar o
minimizar el fenómeno y su impacto a nivel sanitario y económico. Muchas voces
se han levantado por el mundo, ya sea contra las restricciones sociales y el
confinamiento o contra la falta o insuficiencia de apoyos financieros; diversas
teorías hablan de una perversa intención de anular las libertades individuales
y el surgimiento (o resurgimiento) de gobiernos autoritarios.
Para ningún pueblo la pandemia ha sido fácil,
todos reconocen la desgracia de la perdida de vidas humanas, la dura batalla
para los médicos y enfermeras por salvar vidas. La parálisis de la economía
mundial está cobrando un altísimo costo económico, tan solo en los Estados
Unidos ya suman 40 millones de personas que están desempleadas, la contracción
del producto interno bruto de las potencias económicas ronda ya un 9%.
En Canadá se han lanzado diversos programas de
apoyos financieros para gente que ha perdido su empleo y para que las empresas
de todos los tamaños no tengan que despedir a su personal. Uno de los casos más
impactantes es Air Canada, la mayor aerolínea canadiense, que a pesar del apoyo
del gobierno ha tenido que despedir alrededor de 20 mil empleados; 90% de los
vuelos están por ahora cancelados y sus perdidas financieras ya suman miles de
millones de dólares.
En el ámbito sanitario, Canadá ha logrado
aplanar la curva de contagio, sus hospitales no han sido rebasados por el
número de pacientes, se empiezan a relajar poco a poco las restricciones
sociales, ya se esta reabriendo la economía. El problema sanitario parece
confinado a los asilos, exponiendo fallas estructurales letales. La frontera
con Estados Unidos sigue cerrada al turismo y viajes no esenciales. En teoría
sigue prohibida la entrada al país de extranjeros.
México vive una realidad alternativa, en el
país pareciera que no hay una epidemia mundial de un virus altamente contagioso
y potencialmente mortal. La economía, parada o no, de manera oficial solo se ha
contraído 2%, solo unos pocos miles de empleos se han perdido; mucha gente
sigue haciendo su vida sin restricciones, sin temores al contagio.
Querétaro parece ser una excepción, se habla
incluso de un rompimiento con el gobierno federal, pues la entidad ha decidido
prolongar las restricciones sociales, cuando el resto del país (de manera
oficial) ya declaró (o está por declarar) como terminada la pandemia.
La realidad mexicana parece un mosaico de
realidades difícil de interpretar. Hay medios que respaldan las versiones
oficiales de que no hay muchos contagios, que ningún hospital ha sido rebasado;
que la economía no ha sido seriamente afectada y, por ende, no hay necesidad de
mayores programas de apoyo. La autoridad dice que el combate a la corrupción
hará el milagro de la recuperación económica y los programas de apoyo social
pre-pandemia serán suficientes para atender las consecuencias del paro
económico.
Sigue una agria lucha entre las multitudes que
apoyan sin cuestionamientos al presidente Andrés Manuel López Obrador y su
creciente número de retractores, desde medios de comunicación, partidos
políticos y los “fifis” que hablan de exigir la renuncia del mandatario, quien
ha sugerido medidas de amor para combatir al crimen organizado y el uso de
índices de felicidad en lugar del producto interno bruto para medir el estado
de la economía.
Curiosamente, los que sostienen la versión del
gobierno federal se refieren al virus como SARS-CoV-2, y quienes muestran un
mejor reflejo de la realidad mundial lo llaman COVID19. Quizá en un intento por
dibujar esa realidad alternativa, donde el “enemigo oculto” es un fenómeno de
reducido impacto, que ya se ha controlado y sin mayores repercusiones en lo
económico, lo político ni lo social.
En Canadá como en el resto del mundo se habla
de cómo prepararse a vivir una nueva realidad, de cómo el impacto de la
pandemia nos obligará a asumir diversas medidas sanitarias en la vida
cotidiana, cuando se levanten las restricciones sociales y se reabra la
economía. Los negocios instalan placas plásticas protectoras, disminuyen el uso
de efectivo al pagar, el personal y los clientes usan equipo de protección; se
busca hacer pruebas masivas de salud y crear un sistema electrónico de seguimiento
de personas infectadas para prevenir contagios.
Mucha gente en México, y en varias regiones de
Estados Unidos, quieren regresar a la “vieja normalidad”, van en grupos masivos
a la playa, a parques, bares y restaurantes, como si no hubiera riesgo sanitario.
Suecia ya está despertando del sueño guajiro de
que la pandemia pasaría sin necesidad de imponer restricciones sociales, y sin
afectar su economía. La nación escandinava con 10 millones de habitantes, a la
fecha ya registra casi 36 mil contagios y más de 4 mil muertos, mientras que
los países vecinos (con población y economías comparables) -que sí aplicaron
desde el principio medidas sanitarias- tienen menos de 8 mil personas
contagiadas y menos de 300 muertes, respectivamente.
Ojalá que México abra los ojos y vea lo que
está ocurriendo en el mundo entero; que entienda que no es una economía
aislada, sino que depende masivamente de los Estados Unidos, cuya situación es
alarmante tanto en materia de salud como económica. Siempre se ha dicho, si los
americanos estornudan, a México le da neumonía… ¿qué pasará ahora que el COVID
19 ha matado a más de 100 mil americanos y ya suman 40 millones de desempleados?
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