EL NUEVO ORO LIQUIDO
Por Ricardo Lozano
(Publicad en Diciembre 21, 2020.)
En medio de todo tipo de rumores,
por fin algunos gobiernos han aprobado el uso de las primeras vacunas contra el
Covid 19. Canadá aseguró su acceso al medicamento de los principales
laboratorios pagando miles de millones de dólares. Con una población de 36
millones de personas -en caso de hacer efectivas sus compras adelantadas-
tendría acceso a más de 400 millones de dosis. Canadá se ha colocado como el
país desarrollado con más vacunas per cápita. En este momento, en el país solo
se ha autorizado la vacuna de Pfizer, Moderna podría ser aprobada en unos días.
El 13 de diciembre llegaron a
territorio canadiense las primeras 30 mil dosis de la vacuna de Pfizer contra
el coronavirus. Provenientes de Bélgica, vía Alemania y los Estados Unidos, el
plan de distribución primario de estas vacunas está siendo coordinado por un
militar de alto rango, debido a que la Interpol advirtió acerca de grupos
criminales internacionales que están detrás de este novel medicamento.
La de Pfizer, que irá enviando poco
a poco lotes de su vacuna, requiere mantenerse congelada a una temperatura por
debajo de los -70 grados centígrados. Por lo cual, al principio solo se
aplicará en las zonas urbanas, en hospitales y centros dotados de equipos especiales
de refrigeración. Se espera la pronta autorización de la segunda vacuna, de
Moderna, que requiere ser congelada en alrededor de -30C; el gobierno federal
de Canadá ya envió aviones militares a las zonas remotas, principalmente
indígenas, para proveerlos de equipos de refrigeración.
Los primeros vacunados son el
personal de salud, empleados de los centros geriátricos (donde se ha presentado
el mayor número de decesos) y los ancianos. Se calcula que para septiembre de 2021 estaría
vacunada la mayoría de la población del país, considerando la limitada
disponibilidad del producto y la amplitud del territorio. En Canadá, donde no
hay mucha resistencia a la vacunación, se habla del programa de inmunización más
grande en la historia y el comienzo del fin de la pandemia.
Sin embargo, han surgido
cuestionamientos... Algunas organizaciones humanistas han criticado a Canadá y
a otros países desarrollados por haber acaparado la mayoría de las vacunas
contra el coronavirus. Se calcula que las naciones ricas con el 14% de la
población mundial compraron ya el 50% de las vacunas disponibles en el mundo. Trudeau
dijo al respecto que su deber como mandatario era asegurar que los canadienses recibieran
la vacuna con oportunidad y en número suficiente para inocular a toda la
población. Hacerlo así aseguraría un más rápido regreso a la normalidad y a la
reactivación económica. Una vez cubiertas las necesidades locales, “trataremos
de apoyar a otras naciones que lo requieran”, aclaró Trudeau.
En rueda de prensa, le preguntaron
si algún corporativo canadiense decidía acercarse directamente a los
laboratorios para comprar vacunas para dar prioridad a sus empleados (en aras
de evitar interrupciones a sus actividades productivas); Trudeau respondió que
en Canadá se vacunará primero a los grupos más vulnerables… en adelante, podría
abrir la puerta a la opción de compras privadas. Por lo pronto, el gobierno
urgió a la población a estar vigilante de fraudes de venta en línea de vacunas
falsas.
En México, como en casi todo el
planeta, sigue habiendo intensas campañas de desinformación, primero acerca del
Covid y ahora contra la vacuna. Pasaron de decir que era una mentira del
gobierno, o de sus enemigos (según el bando), ahora dicen que los países
poderosos crearon esa vacuna para inyectar en la gente una especie de chip (no
creo que una tecnología así siquiera exista) para controlar a la humanidad.
Otros afirman que la vacuna causará alteraciones al DNA de la gente que la
reciba. Hay quien asegura que todo se trata de un gigantesco fraude que
involucra a gobiernos y farmacéuticas, ya sea para enriquecerse o para eliminar
el exceso de población que hay en el planeta.
Es tan amplio el espectro de
versiones que surgen alrededor de las vacunas contra el coronavirus, que es
difícil ver la realidad. Se supone que todos los laboratorios se han apegado a
estrictos controles y pruebas científicas. De 13 laboratorios que están
desarrollando una vacuna contra el coronavirus en el planeta, solo tres
(Moderna, Pfizer y Curevac) están utilizando la novedosa tecnología conocida
como RNA, una especie de proteína que enseña al sistema inmune del cuerpo
humano cómo luchar contra el coronavirus. El resto ha seguido los
procedimientos tradicionales para hacer vacunas, usando virus muerto o desactivado.
Una de las primeras en ponerse en
uso a nivel masivo fue la vacuna rusa, Sputnik, que los medios informativos
occidentales han desacreditado. Astra-Zeneca, por el contrario, fue el primero
en anunciar al mundo que su vacuna era casi 95% efectiva, para después
autocorregirse y decir que hubo un error en los reportes, y que su eficacia
real era de 70%. A los pocos días, ese laboratorio anunció que ha iniciado
pruebas de campo usando su vacuna y la Sputnik, “porque al parecer su uso
combinado da una eficacia de más de 90%”.
Haciendo alarde de su ineficiente
sistema burocrático (e ignorando la gravedad de la emergencia sanitaria), el
gobierno mexicano dijo que la Comisión Federal para la Protección contra
Riesgos Sanitarios (Cofepris) dio la autorización a la vacuna de Pfizer y
BioNTech el pasado 11 de diciembre, y que “se ha venido trabajando en el
proceso de importación, el Sistema de Administración Tributaria (SAT), la
Dirección General de Aduanas, la Secretaría de Relaciones Exteriores, la
Oficialía Mayor de Hacienda, y varias oficinas de la Secretaría de Salud… ¡se
preparan para emitir la orden de adquisición!”.
El primer lote que México compró a
Pfizer es de 250 mil dosis (son 2 aplicaciones por persona); o sea que, si toda
la burocracia se procesa a tiempo, por ahí de febrero empezarían a vacunarse
125 mil mexicanos. Claro sin contar a los “suertudos” que participarán como
conejillos de indias de las otras vacunas no aprobadas oficialmente. Marcelo
Ebrard informó, que siete laboratorios internacionales querían hacer pruebas de
sus vacunas en México, entre ellos la nueva versión de Astra-Zeneca con la
Sputnik, y algunos laboratorios chinos.
Al inicio global de la vacunación
contra el Covid 19 en la Gran Bretaña, notaron que afectaba a ciertas personas
con alergias severas y de inmediato se recomendó no aplicarla a tal sector de
la población. Semanas atrás, en Dinamarca se ordenó sacrificar a todos los
visones en sus granjas, debido a múltiples casos de contagio de
humano-animal-humano, que estaría provocando mutaciones en el coronavirus y
poniendo en riesgo la vacunación en toda Europa; asumiendo que las nuevas
vacunas solo protegen de ciertas cepas. Hace pocos días, Inglaterra reforzó su
confinamiento en vista de una nueva cepa detectada en una región de aquel país.
En conclusión, la comunidad
científica está haciendo un esfuerzo monumental para encontrar un remedio a la pandemia,
que sigue matando a miles y miles de personas diariamente. Pero es innegable
que existen intereses económicos y políticos, y se requieren pruebas más
extensivas. La inmunización será muy lenta y muy desigual; como siempre, las
naciones ricas irán por delante y los países menos favorecidos tendrán que
esperar quizá años. En el caso de México, ojalá no ocurra con esta vacuna lo
mismo que pasó con las medicinas para el cáncer.
Comments