CUANDO BAJA LA MAREA
Por Ricardo
Lozano
(Publicad en junio 21, 2021.)
Así como México está despertando al
día después de las elecciones, Canadá está saliendo del largo letargo de uno de
los confinamientos sanitarios más largos del mundo. Y las cosas que empiezan a
salir a la luz no son muy buenas…
El divisionismo político mexicano
quedó en evidencia, con alianzas partidistas antes impensables, una ciudad
capital partida ideológicamente en dos (algunos la han comparado al Berlín de
la era soviética), estados gobernados por varios partidos inmersos cada uno en
sus propias realidades, ajenas a un proyecto nacional. Y al parecer el ritmo de
vacunación contra Covid disminuyó y los contagios han empezado a repuntar…
Justo lo contrario pasó en Canadá,
por fin saliendo de la 3ª ola de Covid, el esfuerzo de vacunación ha sido
maratónico y ha colocado ahora al país entre los mejor posicionados a nivel
mundial, con así un 70% del total de población vacunada con una dosis y 20% con
dos dosis. Lentamente empiezan las reaperturas en las distintas provincias,
pero al dejar de hablar acerca de la pandemia, fantasmas del pasado resurgen…
En los años 40’s del siglo pasado
aun existían en Canadá lo que se conocía como Escuelas –Residencia, internados donde
se adoctrinaba a hijos de indígenas para “civilizarlos”, hacerlos olvidar su
lengua y su cultura. Había alumnos que iban solo por el día, pero muchos otros
eran retirados de sus hogares y se quedaban a vivir en esas escuelas,
administradas por la iglesia católica, sujetos a abusos sexuales y vejaciones.
Por décadas, los sobrevivientes de
ese sistema y los líderes indígenas han exigido al gobierno canadiense que se
abran investigaciones sobre cientos (o miles) de niños desaparecidos, además de
compensar a los que aún viven por los abusos y traumas que dejó en ellos aquel
sistema cuasi medieval. Semanas atrás el asunto tomó inusitada fuerza cuando en
un viejo edificio en Kamloops, Colombia Británica, se descubrieron los restos
de 215 niños indígenas.
De nuevo, las protestas sociales han
lanzado ataques contra las estatuas de personajes históricos que, a la luz de
lo que sabemos hoy, han sido cuestionados en sus legados. Es el caso del primer
Primer Ministro de Canadá, John A McDonald, que siendo prócer fundador del
Canadá moderno, está pasando a ser un símbolo del racismo por su papel en la
creación de las escuelas-residencia para indios.
Un caso similar a un personaje
vinculado a la historia de Querétaro: Fray Junípero Serra, recientemente canonizado.
La versión tradicional lo presenta como un gran propulsor de la fe y defensor
de los indígenas; pero hay grupos en Estados Unidos que han vandalizado
imágenes del santo porque -argumentan- que él facilitó a los españoles el
sometimiento de los pueblos indígenas.
El fantasma del racismo contra
pueblos aborígenes canadienses trajo también la sombra de la discriminación
contra musulmanes…
El pasado 6 de junio, en la ciudad
de Londres, Ontario, un joven sajón de 20 años arroyó con su auto a una familia
musulmana de origen paquistaní, asesinando a 4 personas y dejando herido a un pequeño
de 9 años. Mucha gente se volvió a las calles para honrar a las victimas y
demandar al gobierno de Justin Trudeau combatir de raíz el racismo sistémico.
Es usual en Norteamérica, ante
masacres hechas por hombres blancos de habla inglesa, que se argumente
problemas mentales como para disculpar sus actos, pero si el crimen lo hubiera
cometido un negro, un latino o un musulmán, indudablemente se aplica todo el
peso de la ley y los llaman terroristas. Llama la atención en este caso, aun
cuando si se habló de problemas mentales, el joven ha sido acusado no solo de
asesinato en 1er grado, sino también de cargos por terrorismo.
Así las cosas, además del tema de la
urgencia de combatir el racismo y la discriminación contra minorías, empiezan a
hacerse recuentos de los efectos de la pandemia en la economía. Por fortuna,
los miles de millones de dólares entregados en apoyo a familias y negocios parecen
haber tenido un efecto positivo. Es temprano todavía para conocer claramente
como será la nueva realidad.
Muchos sondeos hablan de que tanto
patrones como empleados, vislumbran el trabajo desde casa como una forma
laboral que llegó para quedarse. La industria de bienes raíces esta resintiendo
este fenómeno, los que pueden se mudan de departamentos a casas, en zonas
suburbanas (puesto que ya no necesitaran ir diario a sus oficinas). Los
rascacielos y edificios de oficinas, principalmente de empresas financieras,
del centro prevén que la nueva realidad dejara vacíos amplios espacios que
antes de la pandemia estaban ocupados por oficinas; en algunas ciudades ya se
empiezan a transformar esas propiedades en condominios y departamentos en
renta.
Aun cuando, en un principio de las
vacunaciones masivas el gobierno de Justin Trudeau se opuso a la idea de crear
los llamados “pasaportes de salud”, que se otorgarían solo a personas
totalmente vacunadas (con 2 dosis). Esta semana la secretaria de Salud informó
que ya se trabaja en ellos. Inicialmente solo para aquellos canadienses que
quieran viajar internacionalmente, pues a la fecha ya la Unión Europea está
aplicando este requisito para los turistas internacionales que quieran visitar
el viejo continente.
Y aquí va a empezar otro etiquetado
de personas, recordemos en existe mucha gente que no quiere vacunarse contra
Covid y otros que, aun queriendo, no han logrado ser totalmente inoculados.
No solo el hecho de estar o no
vacunado, sino ¿con qué producto? Se acaba de anunciar en los Estados Unidos
que un par de eventos musicales masivos a realizarse en el otoño, van a
requerir que los asistentes presenten prueba de estar totalmente vacunados,
pero con las vacunas autorizadas en ese país: Pfizer, Moderna y Johnson &
Johnson. Aquellos a los que aplicaron AstraZeneca, no podrán asistir. Y aun
cuando esta última se fabrica en Estados Unidos, las autoridades no la han
aprobado para su uso en el país.
No sabemos si habrá o no una 4ª ola
de Covid, pero los efectos de las 3 primeras están definiendo el perfil de la
nueva realidad en todo el mundo. La pandemia ha desenmascarado los verdaderos
intereses de aquellos que están en el poder. La gente ha aprendido a valorar
cosas que antes dábamos por garantizadas como la libertad, la salud, el empleo,
la interacción física, las salidas a restaurantes, las fiestas familiares, ir
al gimnasio, a espectáculos, a bares, etc.
En México, están por verse los
verdaderos colores de los partidos políticos y su rol en la toma de decisiones
en el Congreso; a ver si por fin se erigen en el 2º poder que haga contra peso
al Ejecutivo y sus ambiciones de una transformación que parece un regreso de la
nación al modelo de los años 70.
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