FRIO AL NORTE, CALIENTE AL SUR
Por Ricardo
Lozano
(Publicad en marzo 22, 2021.)
Cada vez que busco noticias sobre México
y las comparo con la información que se mueve en Canadá, veo dos mundos
diferentes… en Querétaro, como casi todo el país, hace calor -mucho-, y aquí
-aunque hoy empezó a cambiar con el inicio de la primavera- las temperaturas
siguen bajas -a veces bajo cero-.
Pero no solo el clima está caliente,
los ánimos también, las luchas por el poder están desatadas en la nación azteca.
Acá las noticias siguen dominadas por el tema de la pandemia, la escasa
disponibilidad de vacunas, el lento proceso de inoculación y los magros
intentos por reabrir la economía cuando ya se habla una tercera ola de
contagios provocada por las variantes del Covid.
Da la impresión que allá el tema de
la pandemia no importa o como si México ya hubiera salido de la emergencia
sanitaria, a pesar de que el INEGI cuenta más muertes de las “esperadas”, lo que
llevaría el total de fatalidades por la pandemia a 300 mil personas o más. Así
los números… en Canadá a la fecha hay 930 mil casos de Covid y 22,639 muertes; en
México hay 2.19 millones de personas infectadas y 197 mil muertes. Y, aun así,
la gente no habla de la pandemia allá, tanto como se habla aquí.
Hay temas de interés internacional,
que repercuten en los discursos de todas las naciones; pero aun en tales casos,
la forma de abordarlos es muy diferente en México que en Canadá y el resto del
mundo.
El pasado 8 de marzo, en muchos
países hubo manifestaciones de mujeres buscando avanzar en el reconocimiento a
sus derechos, exigiendo un trato igualitario. Las mujeres mexicanas están
pidiendo que las autoridades hagan algo por parar el asesinato de mujeres, los
feminicidios. Y el presidente López Obrador descalifica el movimiento social
diciendo que es en su contra y motivado por los grupos conservadores.
Justo es decir que Canadá sufre un
problema similar, en menor escala, las comunidades indígenas han denunciado
numerosos casos de mujeres desaparecidas y asesinadas. Notorio fue el caso de
una mujer indígena que se grabó en video (y lo subió a redes sociales),
mostrando cómo el personal médico de un hospital la insultaba y no la atendía
mientras ella estaba muriendo.
Joyce Echaquan, de 37 años y madre
de 7 hijos, perteneciente a la comunidad indígena de Atikamekw, fue internada
por severos dolores en el abdomen en el hospital Joliette, cerca de Montreal.
El personal médico le administró una alta dosis de morfina y -como se ve en el
video- es insultada mientras se retuerce de dolor, hasta que fallece.
El gobierno de Trudeau ha ofrecido
realizar una investigación tanto sobre los casos de mujeres indígenas
desaparecidas como del maltrato de la mujer en ese hospital.
En los últimos 30 años ha habido
alrededor de 4 mil casos se mujeres y jovencitas indígenas que han desaparecido
o han sido halladas asesinadas. En la mayoría de ellos se ha encontrado que ni
la policía montada ni el sistema judicial han dado suficiente atención por ser
indígenas.
Otro escándalo que ha permeado las
noticias canadienses al lado de los temas de la pandemia son las acusaciones
contra el Ministro de Defensa, Harjit Sajjan, por supuesto encubrimiento de diversas
acusaciones de abuso sexual de parte de dos altos mandos de las fuerzas
armadas.
En ninguno de dichos escándalos el
Primer Ministro de Canadá ha asumido que se trata de ataques políticos en su
contra; se han seguido los procesos legales correspondientes, se han abierto
investigaciones y se ha destituido los acusados de conducta inapropiada.
En contraste lo que ocurre en México
pareciera que tanto los feminicidios, como la violencia generalizada, el pésimo
manejo de la pandemia, etc., toda gira en torno de una persona, el presidente
de la República, y todo tiene una razón política en su contra.
Los otros Poderes parecen borrados,
igual las secretarías de estado; todo toma un tinte político, todo lo que no le
gusta al presidente es automáticamente un ataque de las fuerzas conservadoras
en su contra. La sociedad no tiene derecho a manifestarse o exigir el respeto a
sus derechos, todo está envuelto en luchas políticas…
En Canadá se discuten temas como el
racismo, los efectos económicos del cierre de la economía, los riegos de las
variantes del Covid, las detenciones internacionales injustificadas, como el
caso de 2 canadienses detenidos en China como venganza porque aquí se detuvo a
la hija de un magante de Huawei, quien espera ser extraditada a los Estados
Unidos; hecho que incluso ha desatado una especie de guerra fría entre China y
Canadá.
Las redes sociales y las noticias de
México dedican amplios espacios a discutir sobre Pepe Le Peu, la Bruja del 71,
el Osito Bimbo, el Tigre Toño, el Negrito, el Gansito y Chester Chetos. Parece
un gobierno de caricatura con problemas de caricatura. Lleva a la sociedad a
enfrascarse a cuestiones totalmente infantiles. En vez de crear una verdadera
estrategia para atender la emergencia sanitaria, aplicar pruebas, fortalecer al
sector salud, el gobierno mexicano se ha dedicado a culpar de las muertes a una
histórica malnutrición de la gente, y decide hacer frente a la pandemia
emitiendo una nueva ley de etiquetado (y quizá de comercialización) sin dibujos
animados.
Es simplemente una cortina de humo
para no enfrentar con seriedad y madurez los serios problemas que enfrenta México,
con una pandemia rampante, una violencia que se apodera de cada vez mas
rincones del país, la caída en picada de una economía sostenida en la
informalidad y numerosos hechos de corrupción.
México pareciera caminar lentamente
hacia un régimen autoritario quasi monárquico, donde todo gira alrededor de una
sola persona; mientras que en Canadá se empieza a analizar la posibilidad de
terminar las relaciones oficiales con la monarquía británica. Aquí mucha gente
piensa que en el siglo XXI la figura de monarquías, la realeza y los lazos
políticos históricos con la Corona, ya no tienen sentido.
Caliente caliente, ¿volverá algún
día a los estantes la imagen del malvado Osito Bimbo? ¿Los mexicanos serán
delgados y sanos, con una economía basada en la industria petrolera, regresando
a los años dorados del siglo XIX, sin Brujas del 71 que acosen sexualmente al
pobre de Don Ramon? Mientras en las tierras frías -muy frías- al norte del
continente los canadienses se separarían de la corona británica, se pondría de
moda el uso de penachos, y viviríamos en permanente confinamiento, sin quitarnos
jamás los cubrebocas y sin abrir por completo la economía, en espera de las
marejadas de un virus que “quizá ni existe…”
Comments