¿VOLVER A LA NORMALIDAD O CREAR UNA NUEVA?

 

Por Ricardo Lozano

(Publiad en julio 25, 2021.)

Uno de los retos sanitarios más grandes en la historia de la humanidad, la vacunación contra el Covid, está marcando grandes diferencias en el planeta. Mientras unos países parecen estar por fin saliendo de la pandemia y empiezan a planear la llamada nueva normalidad, otros que creían haber llegado a ese punto están empezando a sufrir los efectos de una 3ª ola con la variante Delta (antes llamada de India).

Yo creo que la diferencia está en la disponibilidad y recursos para comprar vacunas, pero sobre todo, en la visión acerca del problema. Aquellos que pensaron que era un asunto temporal, un problema más de salud pública, y que pretendieron regresar a la vieja normalidad están ahora enfrentando una triste realidad, el Covid llegó para quedarse y ha trastornado las estructuras sociales, económicas y políticas, dando paso a una nueva normalidad.

La 3ª ola de Covid que pegó a Canadá a principios de año, presionó a las autoridades y a la sociedad a hacer enormes esfuerzos para acelerar la vacunación. En este momento, con casi 50 millones de dosis aplicadas, el 70% de la población elegible (mayores de 12 años) ya tiene una dosis, y completamente inoculados ya está casi el 60%. En este momento, se registran menos de 600 casos al día y alrededor de 15 muertes en promedio.

El costo no fue bajo, sectores como el restaurantero tuvo cerrado el acceso a comer en interiores por 360 días (caso de Toronto), el más largo del mundo; Paris lo estuvo por 260 días y Londres 259 días. Algunas provincias impusieron toque de queda. Muchas empresas aun mantienen a su personal trabajando desde casa, varios negocios han cerrado, la industria turística por fin empezará a reactivarse con la semi apertura de fronteras para americanos totalmente vacunados a principios de agosto, lo mismo para turistas de otras partes del mundo a partir de septiembre.

México ha distribuido casi 60 millones de dosis, logrando hasta el momento vacunar al 33% de su población con una dosis, y alrededor del 18% con dos dosis. Las estadísticas muestran claramente que el país esta entrando en una 3ª ola, con 16 mil casos diarios y más de 400 fallecimientos por día. Los semáforos epidemiológicos, al parecer, ha sido alterados para aparentar que la pandemia ha sido controlada y abrir la economía, antes de tiempo.

La meta de la inmunidad de ganado no se ha podido lograr, pues esto ocurre cuando alrededor del 80% de la población está completamente vacunada. Un caso muy claro es Estados Unidos, que estuvo liderando el proceso de vacunación a nivel mundial hasta que se topó con el muro político/ideológico que dividió a la nación y está creando una nueva pandemia de no vacunados. Los líderes republicanos se están dando cuenta que su oposición a sumarse a los esfuerzos del presidente Biden está dejando a su partido sin electores, pues están cayendo gravemente enfermos y muriendo, en tanto que los demócratas que sí creen en la vacunación se mantienen inmunes al virus.

De este modo, los países que están dejando atrás la pandemia ahora se enfrentan a la necesidad de planear y construir la nueva normalidad. Más allá del tema sanitario (que implica mantener medidas de prevención por un tiempo), están cosas como el trabajo desde casa. La pandemia obligó a muchas empresas a implementar sistemas operativos y tecnológicos para que todos sus empleados pudieran trabajar desde casa. Con un confinamiento tan largo, mucha gente se ha habituado a este esquema y no tiene interés en volver a la vieja normalidad de pararse temprano, manejar o tomar transporte público para ir a una oficina y lidiar con las horas pico de ida y vuelta.

Quizá debido a que el confinamiento fue muy relativo en México y duró muy poco, la mayoría de la gente volvió a retomar la vieja normalidad laboral hace meses. Según algunos reportes, el trabajo desde casa ha sido estresante, la gente dedicaba hasta 12 horas al día, la carga de trabajo aumentó y se complica con las tareas domésticas, en especial para madres de familia. Otro problema que encontraron es la falta de tecnología apropiada para hacer su trabajo desde casa

En Canadá, en 2016 solo 4% trabajaba desde casa, en 2021 es el 32% y muchos quieren seguir haciéndolo así. En general, consideran que su productividad ha mejorado, evitando la distracción de socializar con los compañeros de trabajo, algunos están planeando en mudarse fuera de las grandes ciudades a casas más amplias y cómodas, ahorrando el dinero del transporte diario a la oficina.

Algunas empresas empiezan a replantearse cómo atraer a sus empleados de regreso a la oficina y hacerlo de manera segura. Debido a que el coronavirus sigue presente en el ambiente, las medidas sanitarias tendrán que seguir en cierta medida; algunas empresas podrían exigir a sus empleados que se vacunen para poder regresar a sus empleos. Se empieza a usar el término “teletrabajador”, refiriéndose a aquellos que han decidido seguir trabajando desde casa. Se está replanteando el uso de amplios espacios de oficinas que han quedado vacíos a raíz de la pandemia.

Hace un par de días, el aeropuerto internacional de Toronto empezó a dividir sus salas de espera y área de aduanas y migración en dos, para separar a los viajeros vacunados de los que no lo están. El gobierno federal está desarrollando un pasaporte de salud, pues la tendencia a nivel global es que, para revivir el turismo de manera segura, las personas vacunadas tendrán ciertos privilegios de entrada a ciertos países y a tomar un avión.

México sigue inmerso en guerras políticas; ni bien se llega a la mitad de la gestión presidencial, ya se debaten sucesores y enroques políticos por todos lados. Las cortinas de humo no solo distraen a la opinión pública del tema de la pandemia, sino de la creciente violencia, la corrupción, la carencia de medicamentos, la falta de empleos y el aumento en la violencia doméstica.

En Canadá, las aguas políticas empiezan a agitarse… se rumora que en pocos meses se podría disolver el gobierno de Trudeau y el parlamento, para convocar a elecciones. Trudeau quiere ser reelecto ahora con mayoría en el parlamento; sus opositores parecen debilitados, pues el líder de los conservadores no es muy conocido, quizá el mayor competidor sería el líder del Partido Neo-democrático, Jagmeet Singh. El nuevo gobierno será el encargado de llevar al país hacia la recuperación postpandemia y la construcción de la nueva normalidad.

Canadá tampoco es ajeno a escándalos políticos. La última Gobernadora General, representante de la Corona Británica, simbólica jefa de Estado, Julie Payette tuvo que dejar el cargo hace unos meses por serias acusaciones de acoso laboral. La ex-astronauta canadiense ha sido reemplazada por una mujer de origen indígena que no habla francés (supuestamente un requisito para el cargo). Mary May Simon, será en breve ungida como la nueva Gobernadora General, en un movimiento que busca calmar la inconformidad de los pueblos indígenas, pero que ha causado descontento en la comunidad francófona.

En esta nueva normalidad, las prioridades cambian, la política, la economía, las reglas sociales se alteran, cambian, se adaptan. La vieja normalidad se aferra a las viejas formas, rechaza el cambio, anhela el regreso a las glorias del pasado… la necia realidad, tan necia como el Covid 19, tienden a imponerse.

 

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