¿QUIEN TIENE EL PODER EN MÉXICO?
¿QUIEN TIENE EL PODER EN MÉXICO?
Por Sergio Granillo
I
La noche del martes, en las cercanías de la ciudad de México, una multitud de vecinos aprehendió a tres sujetos, que presuntamente intentaban secuestrar unos niños; los sujetos fueron golpeados, dos de ellos hasta la muerte, y luego quemados en la vía pública; uno logró sobrevivir.
“Casualmente”, la principal cadena de televisión de México, Televisa, tenía reporteros en tierra y aire captando todas estas escenas, pudiendo incluso interrogar a dos de los detenidos antes de su ejecución. Ante las cámaras de la cadena nacional los sujetos aseguraron ser miembros de los cuerpos de inteligencia de la Policía Federal Preventiva, y de un grupo antiterrorista del Distrito Federal, que acudieron al lugar a investigar un caso de narcomenudeo.
El reportero le facilitó a uno de los sujetos un teléfono celular (móvil) para comunicarse con sus jefes, que en un principio o no los reconocían o no les creyeron. Horas más tarde, la zona se llenó cuerpos policiacos federales y de la Ciudad de México, cuando dos de los “investigadores” federales ya habían muerto, sólo pudieron rescatar a uno en estado de gravedad.
Este macabro caso llama sumamente la atención por muchas cosas. En primer lugar, el hecho (no es aislado ni el primero) en que grupos de la sociedad mexciana ha decidido tomar la justicia en propia mano, ante la apabullante ausencia de justicia y de seguridad pública.
En segundo lugar, la “casual” presencia de los medios de comunicación, como si intencionalmente se quisiera enviar un mensaje a alguien… puede ser la delincuencia organizada a las autoridades, diciendo: “aquí mandamos nosotros”; o en un patético escenario una estocada más en la ya larga pugna entre el gobierno federal y el estatal, al tener vínculos con cuerpos policiacos federales y locales los ejecutados; enmarcado esto en la lucha por el poder que rebasa todos los límites imaginables.
II
Precisamente, parte de esta lucha por el poder es el rechazo (técnicamente “impugnación”) que ha hecho el Presidente Vicente Fox al presupuesto de egresos nacional, el cual en su momento fue diseñado por el equipo hacendario de Fox, y luego fue “corregido” y disminuido en varios rubros por el Congreso federal; en ambos casos se acusa de que la versión contraria tiene fines electorales y el gobierno federal incluos ha advertido que de aprobarse el documento de este modo, las consecuencias económicas serían terribles y el país caería casi en la inoperatividad.
III
Hablando de medios y su relación con el poder, la semana pasada se llevó a cabo en la ciudad de Querétaro el Quinto Congreso Nacional y Primero Internacional del Derecho de la Información.
Uno de los principales ponentes, el ex - Procurador General de la República, Diego Valadés, quien explicó que existe la creencia de que solamente se controlan entre sí los órganos del poder, pero esto no es más que una racionalización del Estado absolutista, que no resuelve los problemas de un Estado democrático, donde se trata de dar espacios a los ciudadanos, “para que a la vez controlemos a los controladores.”
Otro de los ponentes, Luis Javier Solana (periódico El Universal), explicó que los medios de comunicación -debiendo ser los intermediarios naturales entre el poder y la sociedad- no están cumpliendo cabalmente, primero porque nadie se los exige, y segundo porque ellos se creen titulares y no delegados de un derecho, cuya titularidad sólo corresponde a la sociedad en su conjunto. Esta actitud de los medios tiene como contracara la impotencia de una sociedad desmovilizada, ignorante de sus derechos, cautiva y cooptada ante una oferta cultural impuesta, según la ley del interés (mercantil) particular.”
Julio Di Bella, Director de Canal 11 (principal canal cultural público del país), -con gran tino- afirmó: “La audiencia está cansada de los comunicadores que creen tener la verdad absoluta… Hay otros (comunicadores) que les ha dado por convertir sus espacios en juzgados o ministerios públicos, grave error…”
Tal es el caso que narramos al principio, de los tres investigadores policiacos que fueron aprehendidos y linchados por una turba, estando como únicos fedatarios reporteros, con sus micrófonos, y cámaras de televisión, que en cuestión de minutos pasaron de informadores, a fiscales y pasivos testigos de dos asesinatos a sangre fría. Buena parte de todo este drama fue transmitido en vivo y en directo, en señal nacional.
Entonces ¿quién ostenta el poder en México, qué intereses representa, dónde están los equilibrios que marca la ley, dónde los límites éticos de los medios y dónde está la sociedad?
Por Sergio Granillo
I
La noche del martes, en las cercanías de la ciudad de México, una multitud de vecinos aprehendió a tres sujetos, que presuntamente intentaban secuestrar unos niños; los sujetos fueron golpeados, dos de ellos hasta la muerte, y luego quemados en la vía pública; uno logró sobrevivir.
“Casualmente”, la principal cadena de televisión de México, Televisa, tenía reporteros en tierra y aire captando todas estas escenas, pudiendo incluso interrogar a dos de los detenidos antes de su ejecución. Ante las cámaras de la cadena nacional los sujetos aseguraron ser miembros de los cuerpos de inteligencia de la Policía Federal Preventiva, y de un grupo antiterrorista del Distrito Federal, que acudieron al lugar a investigar un caso de narcomenudeo.
El reportero le facilitó a uno de los sujetos un teléfono celular (móvil) para comunicarse con sus jefes, que en un principio o no los reconocían o no les creyeron. Horas más tarde, la zona se llenó cuerpos policiacos federales y de la Ciudad de México, cuando dos de los “investigadores” federales ya habían muerto, sólo pudieron rescatar a uno en estado de gravedad.
Este macabro caso llama sumamente la atención por muchas cosas. En primer lugar, el hecho (no es aislado ni el primero) en que grupos de la sociedad mexciana ha decidido tomar la justicia en propia mano, ante la apabullante ausencia de justicia y de seguridad pública.
En segundo lugar, la “casual” presencia de los medios de comunicación, como si intencionalmente se quisiera enviar un mensaje a alguien… puede ser la delincuencia organizada a las autoridades, diciendo: “aquí mandamos nosotros”; o en un patético escenario una estocada más en la ya larga pugna entre el gobierno federal y el estatal, al tener vínculos con cuerpos policiacos federales y locales los ejecutados; enmarcado esto en la lucha por el poder que rebasa todos los límites imaginables.
II
Precisamente, parte de esta lucha por el poder es el rechazo (técnicamente “impugnación”) que ha hecho el Presidente Vicente Fox al presupuesto de egresos nacional, el cual en su momento fue diseñado por el equipo hacendario de Fox, y luego fue “corregido” y disminuido en varios rubros por el Congreso federal; en ambos casos se acusa de que la versión contraria tiene fines electorales y el gobierno federal incluos ha advertido que de aprobarse el documento de este modo, las consecuencias económicas serían terribles y el país caería casi en la inoperatividad.
III
Hablando de medios y su relación con el poder, la semana pasada se llevó a cabo en la ciudad de Querétaro el Quinto Congreso Nacional y Primero Internacional del Derecho de la Información.
Uno de los principales ponentes, el ex - Procurador General de la República, Diego Valadés, quien explicó que existe la creencia de que solamente se controlan entre sí los órganos del poder, pero esto no es más que una racionalización del Estado absolutista, que no resuelve los problemas de un Estado democrático, donde se trata de dar espacios a los ciudadanos, “para que a la vez controlemos a los controladores.”
Otro de los ponentes, Luis Javier Solana (periódico El Universal), explicó que los medios de comunicación -debiendo ser los intermediarios naturales entre el poder y la sociedad- no están cumpliendo cabalmente, primero porque nadie se los exige, y segundo porque ellos se creen titulares y no delegados de un derecho, cuya titularidad sólo corresponde a la sociedad en su conjunto. Esta actitud de los medios tiene como contracara la impotencia de una sociedad desmovilizada, ignorante de sus derechos, cautiva y cooptada ante una oferta cultural impuesta, según la ley del interés (mercantil) particular.”
Julio Di Bella, Director de Canal 11 (principal canal cultural público del país), -con gran tino- afirmó: “La audiencia está cansada de los comunicadores que creen tener la verdad absoluta… Hay otros (comunicadores) que les ha dado por convertir sus espacios en juzgados o ministerios públicos, grave error…”
Tal es el caso que narramos al principio, de los tres investigadores policiacos que fueron aprehendidos y linchados por una turba, estando como únicos fedatarios reporteros, con sus micrófonos, y cámaras de televisión, que en cuestión de minutos pasaron de informadores, a fiscales y pasivos testigos de dos asesinatos a sangre fría. Buena parte de todo este drama fue transmitido en vivo y en directo, en señal nacional.
Entonces ¿quién ostenta el poder en México, qué intereses representa, dónde están los equilibrios que marca la ley, dónde los límites éticos de los medios y dónde está la sociedad?
Comments